Tras la crónica de la ruta realizada por el grupo de «los Algarrobos»; ahora nos llega la crónica de la ruta que realizaron el otro grupo de la peña ciclista de Piedrabuena.
Hola Rubén:
No se me da bien lo de ser narrador, pero intentaré contar la experiencia de esta ruta realizada el pasado domingo día 15.
En primer lugar me sentí un poco decepcionado al comprobar que no venía ningún miembro de la peña “Los Algarrobos” puesto que esta es una ruta muy interesante, nosotros nos juntamos ocho.
Comenzamos algo antes de las 9:00 h., con bastante frio y algo de niebla. Pasado unos dos kms., el final del camino asfaltado, y ya en camino de tierra, algo más adelante, empieza la primera subida, esa ascensión suele dejar unas vistas preciosas pero de estas no pudimos disfrutar debido a la niebla.
Una vez descendemos, entramos en un valle, (creo que es la zona que llaman “Valtrigueros”) entrando en un robledal precioso, bastante largo y con un suelo acolchado de hojas, siempre ascendiendo, (yo he pasado varias veces por allí, en bici y andando y siempre lo disfruto como si fuera la primera vez).
Al final del robledal, un giro brusco a la izquierda, empezamos una subida un poco dura para encontrarnos con un camino más usado que nos lleva al pie de la carretera de Villarta de los Montes, que sin entrar en la misma, por el camino bajamos por una ladera derecha desde donde veíamos el pueblo y el pantano del Cijara, aunque no se veía el agua por el acolchado de niebla que lo cubría.
Antes de llegar al pueblo, giramos a la derecha por la ladera de la montaña, paralelo a la colada del pantano, aunque hasta el final de ese tramo no pudimos ver el agua, al final llegamos a un cruce de varios caminos, que llamamos “la charca”, en donde había que decidir si bajar a la tabla Murciana o subir a la torreta.
Decidimos bajar a la tabla Murciana 10 kms. desde este cruce, de los cuales 3,5 de un descenso vertiginoso. Como al llegar a la tabla se corta el camino, hay que volver al cruce de la charca. Alguno que iba un poco tocado decidió quedarse en la charca y esperar a que regresáramos.
Una vez reunidos en la charca, tomamos el camino de vuelta más corto. Nuestra sorpresa es que por el camino más corto nos metíamos en el centro de toda la cacería, la cual no habíamos contado con ella. Decidimos coger el camino de la izquierda, que también estaba lleno de puestos con cazadores, pero era la orilla lateral de la cacería. Este camino es el que nos lleva a la “torreta” aunque pensábamos evitarla por un camino a la derecha que sale antes de empezar a subir. En este cruce nos esperaba un guarda, el cual nos impidió seguir, y por no discutir con él, ya que no puede prohibirnos pasar por un camino público, y porque también algunos iban cagados de miedo, decidimos empezar a subir hacia la “torreta”. Para algunos fue muy dura debido a que las fuerzas ya iban bastante justas.
Una vez arriba, hacemos los últimos seis kms. de un descenso bastante pronunciado y sobre todo muy técnico, que aunque las vistas son espectaculares, no es posible disfrutarlas, sobre todo bajando a la velocidad que lo hicimos. Así llegamos a los coches a las 13:00 horas sin incidencias, nunca mejor dicho, sobre todo recordando la ruta de “la cueva de los muñecos”, en esta ocasión no hemos tenido ni siquiera un pinchazo.
Y esto es todo, un saludo, Aurelio.
Pista y Pedal 